Agua no tiene por qué ser sinónimo de bronca. Ni en la España húmeda, ni tampoco en la seca. También es posible desarrollar proyectos en común que trasciendan las fronteras, de las provincias, de las comunidades autónomas y hasta de los propios países.
Uno de ellos tiene por protagonista al Cabriel, afluente del Júcar. Un grupo de 80 municipios de cuatro provincias -provincias, que son Teruel, Cuenca, Albacete y Valencia- se han unido para proponer que la Unesco declare el valle de este río Reserva de la Biosfera.
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