Alcalá del Júcar es uno de los municipios más pintorescos y atractivos, no sólo de La Manchuela, sino de toda España, y con razones justificables. Conocido como la joya rural de Albacete, este pequeño pueblo alberga un sinfín de cualidades donde historia y cultura se combinan en un equilibrio perfecto para crear los más sorprendentes paisajes, como si se tratara de una postal de ensueño.
¡Alcalá del Júcar lo tiene todo! No importa si buscas una escapada divertida de fin de semana o vacaciones de descanso. Este cautivador pueblo es capaz de complacer las expectativas sin importar el tipo de viajero que seas. La plaza de toros, el puente romano, el museo del cine o las rutas del agua son algunas de sus atracciones imperdibles. No obstante, hay una parada obligatoria para los visitantes, y es algo de lo que se habla en toda España; se trata de las famosas cuevas del Diablo y de Masagó de Alcalá del Júcar.
Si quieres conocer más detalles sobre estos icónicos atractivos de Alcalá del Júcar, quédate en tu lectura porque este contenido es para ti.
¿Cuevas excavadas en la propia montaña? ¡Sí! Es posible en Alcalá del Júcar y lo mejor es que son de atractivo turístico, por lo que puedes adentrarte en una aventura diferente e inolvidable. Para ponerte en contexto te daremos detalles de dos de las cuevas más emblemáticas de este singular pueblo:
No te preocupes, su nombre no es el que hace justicia a este encantador espacio; y es que “El Diablo” es el alias que utiliza su propietario Juan José Martínez; un almanseño de nacimiento aficionado a la poesía y de bigote alargado al más puro estilo Dalí el cual es el responsable de la invención de este proyecto, y por supuesto, un anfitrión muy particular y difícil de olvidar.
Con más de un siglo de historia, las Cuevas del Diablo se encuentran en pleno centro del peñón donde reposa el pueblo de Alcalá del Júcar y fueron construidas en 1905 por una familia de posición con la intención de que sus espacios sirvieran de alacenas o corrales; incluso como palomares.
Años más tarde por la década de los 80, El Diablo llegó a Alcalá del Júcar y una vez asentado en la zona, vió en este espacio un enorme potencial turístico, por lo que decidió iniciar un proceso de reforma y ampliación hasta lo que es hoy en día. Es así como una escalera metálica en el corazón de la montaña, comunica a esta cueva con otra de las más antiguas, se trata de la Cueva de Garadén.
De entrada, lo primero que podrás percibir es una agradable temperatura, y es que gracias a su formación rocosa, la cueva se mantiene a 18°C sin necesidad de utilizar equipos artificiales de climatización.
Un largo pasillo con detalles curiosos en sus paredes te llevarán a diferentes estancias donde predominan exhibiciones de elementos de estilo muy antiguo como vajillas, teléfonos, mobiliario, sillas, espejos, útiles de labranza e incluso, interesantes objetos personales del mismo anfitrión.
Además, mientras caminas por los túneles podrás encontrarte con estancias especiales de atención al público, como el mirador de la cueva que revela la majestuosidad de la Hoz del Júcar; además de un restaurante, el bar de la cueva y una discoteca.
Como dato extra, si nunca has visitado Alcalá del Júcar, debes saber que sus calles son estrechas, así que no es posible transitar en coche. Pero, descuida, una caminata te permitirá conocer la inmediaciones de este hermoso pueblo y llegar a las Cuevas del Diablo sin el menor de los problemas.
Es evidente que Alcalá del Júcar es un pueblo de cuevas, y una acertada justificación de esta característica son las Cuevas de Masagó. Se trata de una reliquia de origen Almohade excavada dentro de la piedra y que atraviesa la inmensa montaña de extremo a extremo. En concreto, esta cueva tiene una profundidad aproximada total de unos 350 metros con un desnivel de 28 metros y son el vivo ejemplo de cómo eran las casa-cuevas originales.
En su inmaculada construcción destaca un picado delicado y original que se aprecia desde su fachada en el exterior de la cueva. Para entrar al lugar, un largo túnel te dirige a diversas estancias donde podrás apreciar una sala de antigüedades y fósiles, un auténtico museo de numismática y un amplio restaurante donde se sirve la típica gastronomía de la zona.
Mientras recorres los túneles, en oportunidades puedes acercarte a los miradores y disfrutar una vista privilegiada del río El Júcar y la rivera. Otras de las atracciones de las Cuevas de Masagó es el museo del campo con maquinaria que cuenta los últimos 400 años de historia de la región y una estancia que hace referencia a la casa típica donde se recrea una auténtica casa tradicional del pueblo; además de un bar y una original bodega de vino de la Edad Media.
Debes saber que las Cuevas de Masagó son propiedad privada; sin embargo, las visitas guiadas se encuentran a cargo de su personal experto, que además de acompañarte en el recorrido, ofrecen una completa reseña sobre los orígenes de las cuevas y su evolución en el tiempo. Por si fuera poco, puedes disfrutar del servicio de alojamiento y hospedarte en una casa-cueva típica donde se combina la tradicional arquitectura de origen árabe con elementos modernos para hacer de tu estancia un recuerdo memorable.
Todas estos túneles inmersos dentro de la montaña en las Cuevas de Masagó, recogen años de historia de los antepasados de la región, por lo que una visita a estos espacios son la forma más auténtica de abrazarnos a nuestra propia cultura y poder pregonar en cualquier parte del mundo lo que este pueblo esconde en su majestuosa montaña.
No quedan dudas de que Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más hermosos de toda España. Entonces, ¿qué esperas para visitar sus cuevas y sacar tus propias conclusiones?
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