¿Cuál es la historia de Alborea y qué puedes ver?

Alborea es otro de esos pueblos de la Manchuela que te puedes encontrar de repente mientras vas por la carretera y que, si tienes tiempo, no deberías pasar de largo.

Pasear por sus calles y descubrir su peculiar historia se antoja como plan perfecto para un día cualquiera. Incluso una escapada de fin de semana para relajarte y tomar las cosas con más calma, o disfrutar de sus fiestas patronales.

Alborea se encuentra a casi 60 kilómetros de Albacete, colindando con los municipios de Casas de Ves, Casas-Ibáñez, Alcalá del Júcar y Villatoya. También hace de límite de la provincia de Albacete, teniendo como vecino al municipio de Requena, en Valencia.

Pero, todo pueblo tiene su historia, ¿no?

Y Alborea no va a ser menos. ¡Te la contamos!

El origen de Alborea.

El municipio de Alborea está situado junto a los ríos Cabriel y Júcar. Antes de existir un pueblo como tal, existió una torre de vigilancia construida por los musulmanes llamada Al-Buyarat (La Torrecilla). Esta torre, de la que aún se conservan restos a las afueras del pueblo, servía para vigilar la vía que venía de la zona del levante a través de Requena.

Posteriormente, durante la Reconquista se llevó a cabo un proceso de repoblación que incluyó la creación de la aldea de Alborea, entre muchas otras. No obstante, existen huellas del paso del ser humano anteriores a todo esto, como yacimientos de la prehistoria y restos de un antiguo puente romano.

A partir de ese proceso de repoblación se formó el poblado de Alborea, cuya historia es, cuanto menos, convulsa. En un principio, el Rey Alfonso VIII se encargó de la ocupación, repoblación y ordenación jurídica de estas tierras. Fue en el año 1211, pero este proceso no tuvo la fuerza esperada y, poco tiempo después, perdieron de nuevo estas tierras, que cayeron en manos de los musulmanes.

Pasaron dos años hasta que en 1213 tomaron de nuevo las tierras de Alborea, que quedaría ligada al concejo de Alarcón y al señorío de Gonzalo Ruiz de Atienza.

No volvería a ser tomada por los musulmanes, pero la historia de Alborea hasta nuestros tiempos ha ido dando bandazos constantes durante siglos.

Los siglos convulsos de la historia de Alborea.

En el siglo XIII Alborea pasaría a formar parte del ‘Estado de Jorquera’, configurado en esa época. Posteriormente, a finales del siglo XIV pasaría a formar parte de la Corona de Castilla, y en el siglo XV se integraría en el gran Marquesado de Villena, integración que se mantendría hasta el siglo XIX, cuando obtendría su autonomía como municipio.

A finales del siglo XVI Felipe II dividió el marquesado de Villena y Alborea comienza a formar parte del Corregimiento de San Clemente, del cual se hicieron particiones 60 años después como forma de sufragar diferentes guerras.

Durante el siglo XVIII Alborea sufre continuos enfrentamientos señoriales durante la Guerra de Sucesión. Señores feudales de Alborea y del Estado de Jorquera tuvieron una serie de enfrentamientos que fueron mermando poco a poco la autoridad de los grandes señoríos.

El siglo XIX tampoco fue fácil para Alborea. A pesar de que, a principios de siglo, obtuvo su reconocimiento como villa, el resto del siglo fue bastante complejo. Primero la Guerra de la Independencia, con los consiguientes saqueos de los franceses, y luego las guerras carlistas, que también trajeron consigo saqueos de la localidad.

Por último, en el último siglo la Guerra Civil enfrentó a vecinos y familias de Alborea (como en el resto del país). Posteriormente se produjo un éxodo rural masivo y, con la transición, por fin, llegó la calma a Alborea.

La historia de un pueblo que ha estado lejos de vivir tranquilo durante siglos y que hoy en día puede presumir de vivir sin problemas mayores.

Qué ver en Alborea.

Hoy en día Alborea es un pueblo tranquilo cuyos ciudadanos viven tranquilos y en relativa armonía. Como muchos otros pueblos, tienen una oferta de turismo rural para aquellos que quieran pasar unos días alejados del jaleo de las grandes urbes.

Algunos de los principales atractivos turísticos de Alborea son los siguientes.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad.

Esta iglesia está construida durante los siglos XVI, XVII y XVII, y consta de una mezcla arquitectónica de las tres épocas: clásica, barroca y gótica.

Es conocida como ‘La Catedral de la Manchuela’ y, sin duda, merece una visita.

El Puente Romano.

Como habíamos dicho antes, en los alrededores del pueblo podemos encontrar un antiguo puente romano. A pesar de todos los cambios y convergencias que se han dado en Alborea, el Puente romano ha sobrevivido todos estos siglos y se mantiene en buen estado de conservación.

Oferta natural del municipio de Alborea.

Para quienes se inclinen más por el turismo de naturaleza, Alborea también ofrece la posibilidad de disfrutar de los recursos naturales de la zona.

Una de las posibilidades es hacer una ruta por el Río Cabriel, un río de aguas cristalinas que separa la provincia de Albacete de Valencia. Está rodeado de bosques vírgenes donde disfrutar de una jornada en la naturaleza.

Además, también es propicio para la pesca de trucha.

Otra de las posibilidades para disfrutar de la naturaleza es darse un paseo hasta ‘La Cañada’, un paraje a 2 kilómetros de Alborea utilizado como área recreativa y zona verde, donde poder pasar un día al aire libre con amigos y familiares.

Además, se ha construído una pequeña ermita y parte de las fiestas patronales se desarrollan en este paraje.

Sin lugar a dudas, Alborea es un lugar para disfrutar que ofrece alternativas de turismo rural, ocio y un poco de historia.